Está científicamente demostrado que cualquier perro necesita una rutina para que su día a día sea mejor.
Podemos observar, bajo nuestra experiencia y por los demás adiestradores, que cualquier perro que no tiene una rutina mínima desarrolla estos problemas:
- ansiedad por separación
- control sobre su familia
- destructividad
- agresividad
- desconsolación
Desarrollemos un poco estos 5 problemas:
- ANSIEDAD POR SEPARACIÓN: muchos la conocerán en su propia piel pero los que desconocen es un tipo de estado reaccional del perro ante la desaparición del dueño de la casa. Empezará a destruir, ladrar, lamerse compulsivamente, llorar, hacer sus deposiciones en la casa, etc…
- CONTROL SOBRE SU FAMILIA: los perros que no tienen rutinas desarrollan un cierto efecto “apoderamiento de la familia”, ya que el perro ve que puede hacer lo que quiere cuando quiere y de este punto irá a peor llegando al punto de mostrar posesión en la misma casa o cuando vais a dar un paseo de los familiares, todo esto derivará a agresividad, hiperposesión, hiperapego, etc…
- DESTRUCTIVIDAD: cuando hay desorden emocional y aburrimiento porque no tenemos una rutina aparece el monstruo destructor dentro de cada perro y cualquier cosa que vea posiblemente destruible se apoderará de ella.
- AGRESIVIDAD: una de las peores cosas es que se vuelva agresivo no solo con los dueños sino con cualquier persona que vaya para casa o cualquier animal que se cruce en su camino. Tiene tanta energía y caos mental que algunos perros se desahogan de esa forma
- DESCONSOLACIÓN: ladridos y lloriqueos constantes en casa, aullidos y todo lo que produzca mucho ruido para llamar la atención y demostrar su pena.

Las rutinas a establecer en el ambiente son:
- comida siempre en la misma hora
- paseos en los mismos horarios
- tiempo de juego o socialización
- quedarse solo en casa
- hora de dormir
Son rutinas sencillas que todos podemos seguir, pero es de vital importancia hacerlos casi siempre en los mismo horarios, si no se puede dar de comer a las 9:00 y se la tenéis que dar a las 9:30 no pasa nada, no hay mucha diferencia, pero si de las 9:00 pasamos a las 11:00 eso sí que puede generar confusión al perro y empezar a replantearse su buena conducta.
El ser humano no es perfecto y los animales tampoco, si queremos vivir juntos necesitamos entendernos y establecer reglas esenciales, como las rutinas.